Desde 1721, nada más que una expansión territorial estratégica danesa, desde siempre, la segunda mayor isla del mundo, en el hielo puro yace el 84% de su territorio. Descubierta por Erik el Rojo antes del primer milenio después del Cero, que en exilio bautizo con ironía como Grønland (Greenland: "tierra verde"). Pero aún en lo más recóndito el hombre encuentra recursos que explotar para encadenar a su perpetua máquina de reproducción, y a su redescubrimiento -si el uso del término es incluso posible- por Frobisher y Davis, los primeros asentamientos daneses llegaron. Ahora, los groenlandeses celebran la capacidad de autodeterminación sobre su territorio, la realeza de Dinamarca contenta asiste al festejo, he ahí su fecha conmemorativa. La geografía groenlandesa, ahora liberada, se vuelve fresca para la exploración, el poder ha sido desterritorializado, una nueva isla aparece para las mentes utópicas, sin embargo, nada es suficiente, queda bajo sospecha la autodeterminación para la libre explotación de los recursos naturales de modo ortodoxo a las teleleogías finitas neoliberales. ¿Serán autónomos solamente para sumarse a la economía-mundo? Las especulaciones nos cobran penas a la lengua, aquí es cuando me golpeo una mano con la otra.
La isla contiene un área gigantezca (972,000 km²) no incorporada al territorio político groenlandés, la pesca es su mayor recurso de exportación y se habla groenlandés o danés, siendo la primera la lengua oficial; su idioma se relaciona estrechamente con el esquimal, en el que casi no hay palabras compuestas.
Su bandera claramente representa su único día y su única noche, el horizonte para ellos más bien ha de ser la verticalidad de nuestros rascacielos. Su escudo es un oso polar impreso en un emblema azul. Más allá de la política, Groenlandia siempre ha invitado al hombre a sobrevivir en contacto directo con la naturaleza, y por ello, ahora la isla es un gran ejemplo de como prevalece y se impone la estructura cultural independientemente de las propias condiciones naturales del entorno. Más allá de la economía está la conciencia que invita a modernizarlo todo.
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La isla contiene un área gigantezca (972,000 km²) no incorporada al territorio político groenlandés, la pesca es su mayor recurso de exportación y se habla groenlandés o danés, siendo la primera la lengua oficial; su idioma se relaciona estrechamente con el esquimal, en el que casi no hay palabras compuestas.
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