... well, come to the whore-e-ble bay!

Plástico, maldito plástico. Pero adoro mis tarjetas. Cirugías, dinero, ortodoncia y crédito. En una Hummer, sin dinero, sintiéndome despiadado, ilegal, libre, arbitrario. Sólo me dedico a mí. Soy actor, un anarquista. Aún soy pobre, pero soy un gran actor. Conozco a las luminarias, me muevo en el espectáculo, Hollywood its my hood. Territoriales, como despreciables raptores, secuestradores o asesinos, pero otro tipo de criminales, una nueva especie de hurtadores. Ladrones de sueños, interpretadores, ejecutantes. No hacemos daño, contaminamos. Exhuberantes, como senos, como labios, como delineador. Colonia francesa, sin la esencia artificial, sólo mierda de caño, sólo muertos en el armario de las pandillas del Bronx. Huele a Argelia, huele a Haití. Basta de la jodida tercera persona... Me da nausea dormir, puedo estar de fiesta todo el día. Ayer bebí tequila, con Tequila. Nadie que no sea listo no entenderá nada, soy más veloz que un brontosaurio, un aparatoso excavador. Biológicamente inexistente, aquí en el mundo, soy el rayo. Me gusta el olor de mis axilas, pura química esencial. Que deseen mis genes es mi histeria. Al fin, la fiesta fue terrible, horrible, lleno de prostitutas, dealers and coke. Not diet. Me gustan las cerezas sobre un ron bañado en apple pie juice desde el Tibet. No sé ni lo que digo pero lo merezco. Podría detenerme a pensar, pero tengo una reunión con mi representante, el del traje de los millones o, al menos, quien los consigue. Ayer me regalaron otro Aston Martin y sólo anuncié una pasta dental en MTV. Fuck Ashton & Martin (Lawrence), yo tengo voluntad de éxito, libertad de poder. Ganaré un Óscar o dos. ¡Welcome Jesus to my home!