julio 13, 2009

Julia Kent

Delay, 2007.

Stringy, whisperly, windy & soft.



















Julia Kent suspira gentilmente con la cabeza bien metida dentro de su violín y cada melodía es un pequeño fragmento de una composición mayor, ciertamente la banda sonora de nuestra vida se percibe diferida a pesar de que se construye en paralelo; por un lado, un pensamiento musical, por el otro, las palabras que le interpretan. La cadencia de Julia se desliza sigilosamente en las entrañas de una superficie simple que puesta en juego configura amables perceptos que soportan los delirios más sensibles. Delay es como una plataforma de ensueño en donde se entrecruza una potente imaginería bajo un imperativo realista, y nada nos impide sublimarnos hasta nuestro más romántico deseo.

Escuchar la voz que se ha perdido es retomar la palabra en nombre propio, la reconquista del viajero sobre su sombra en la carne viva del sujeto.


Para Lucía, ella.

2 souvenirs:

bieno dijo...

babeo al escucharla.

R dijo...

crearíamos mares si la escucháramos toda la vida..