enero 04, 2010

Die Welle







Director: Dennis Gansel

Guión: Dennis Gansel,
Todd Strasser

Alemania, 2008.

107 minutos










Trailer




Un guión adaptado, inspirado por una novela ("The Wave" de Todd Strasser bajo el pseudónimo de Morton Rhue) que a su vez está basada en hechos reales, ha sido llevado a la pantalla por Dennis Gansel adaptando los sucesos a una escuela alemana contemporánea. Matizando la problemática estructura de la interrelación entre política y educación, un experimento pedagógico se sale de control. ¿Cuáles serán las últimas consecuencias?


Los hechos.

1967. Palo Alto, California, Cubberley High School. La clase de historia de Ron Jones emprende una enseñanza experimental, los alumnos "no pueden" comprender como sería posible una dictadura como la del Tercer Reich, se cuestionaban cómo tantos alemanes ignoraban la verdadera situación en la que se encontraban los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

La forma de proceder: uniformar a los estudiantes, orden y disciplina estrictos, crear una figura de autoridad, generar una fuerte conciencia de grupo.


La ficción.

Al profesor Rainer Wenger se le ocurre un experimento después de no poder responder claramente en su primera sesión del curso de Autocracia la siguiente cuestión:

¿No es acaso imposible una dictadura en la Alemania del siglo XXI?

Día siguiente. Los alumnos reconocen en su maestro una figura de autoridad. El líder comienza a hacer especificaciones muy convincentes sobre su postura, la forma de responder y de expresar su opinión de forma correcta y ordenada. Día siguiente. Los alumnos visten con orgullo un uniforme que refuerza su conciencia colectiva. Se convierten en una unidad, diseñan un logo y emprenden distintas formas de difusión aprovechando los medios de comunicación. Símbolos, propaganda e identidad. Consolidación del enemigo y de los disidentes. El fuego comienza a extenderse hasta los albores de la violencia. Nacionalismo extremo creciente. Separación, progreso y desarrollo.


La metáfora política.

En términos de narrativa, el filme explota suficientes recursos de las variantes idiosincráticas de un conjunto como para exponer la posibilidad del nacimiento de un régimen hegemónico. Esto se debe a la imposición de una estructura de identificación sobre un grupo social determinado, que en este caso es conformado por jóvenes, el cual esquematiza el punto central del paradigma por el cual se rigen las categorías. En torno a dicha estratificación social, aumenta el poder de la ilusión del disolvimiento de las clases sociales, se trata de una ideología de supremacía progresista que acosa a la juventud como una fantasía que apela a sus deseos, calculándolos y regulándolos. Y es la repetición de la norma que constituye al eje central, a la figura de autoridad, lo que aprisiona la comunicación hacia el interior, distorsionando la propia conciencia deseante de la juventud, que se recluye cada vez más hacia su grupo o base de soporte, así como se complejiza alimentando a la fuente de poder, componiendo una figura de líder que es seguido más allá de sus propias acciones directas. Todo acto del "dictador" es entendido de forma indirecta, de nueva cuenta, es decir, hacia el interior.

Ahora bien, cinematográficamente la película se ve afectada por los trastornos inherentes a la excesiva carga realista requerida por el espectador común, por no decir que mucho tiene que ver la producción al intentar de hacer de esta cinta un éxito de taquilla. Solamente dos o tres momentos exhiben el impacto de una auténtica imagen-movimiento, absorbiendo lenguaje simbólico en el propio cuerpo de los actores como zona de contacto entre las superficies de la causa y el efecto. El tiempo es marcado por un dinamismo necesario para mantener la atención de un público menos interesado en la teoría política que en los efectos directos de la política en una sección social determinada. Se trata de un filme idealista, no materialista; su temática, es pues, ideológica y no transgresiva.

La propuesta auténtica de Die Welle, se centra en la elocución de un discurso capaz de organizar a un grupo diverso, atando su polisémica subjetividad a un foco común de concentración objetiva. Representa un ofrecimiento para la reflexión acerca de los percances originados por la relativización de una ideología, la cual, por ende, siempre recaerá en los extremos polarizados de una "noble causa" -o sucederá lo mejor o lo peor, sin embargo nada estable-. Es la idea del "motivo" la que se pone en juego, y por ello conforma una buena exposición para nuestra conciencia histórica, puesto que, cuando el ser humano olvida la historia, cualquier holocausto se vuelve posible una vez más.


2 souvenirs:

R dijo...

¡Souvenirs por favor!

Bé. dijo...

En el sueño todo es posible... ¿Por qué? Porque en el sueño, precisamente, también todo es imposible.
Que no se acabe el eco de esa voz que parece sueño que se va.
B.C