"Todo comenzó, y ahora progresamos." Se dice el mundo entero como gente, sin nombre alguno.
Como seres humanos aún nos expresamos en términos de fidelidad, sin embargo llamamos a conocer la verdad, a la verdad le damos implicaciones lógicas, y la lógica se ha vuelto el fundamento científico. ¿Puede alguien decirme como a pesar de esto la lógica polivalente sigue sin imponerse a la lógica bivalente -maniquea y, por tanto, paranoico-religiosa-? ¿Por qué la razón de la Ciencia se ha transformado en un valor para la vida? ¿Por qué la Ciencia de hoy parece más bien Teología de lo Verdadero en lugar de ser la pura introversión en lo Real? ¿No hay sentido de transformación más allá de la conciencia reguladora? Y cuando nos disponemos a pensar, nos tenemos que hablar en términos "reales".
Dígame usted, señor doctor científico, dado el caso...
Tiene usted un hijo enfermo y lo quiere "salvar". El niño, a pesar de su corta edad, se da cuenta de que puede morir, y le pregunta a usted: «¿Me voy a morir?» Usted, médico, sabe que lo más probable es decirle que SI, es decir, su propio hijo va a morir por razón médica, o bien, por razón médica usted lo puede matar de una vez porque ya está determinada su muerte y ha decidido apartarlo de su sufrimiento. Ahora, le toca intervenir, ¿qué dice usted? ¿la verdad científica o la proyección de la esperanza? Aunque el niño se "salve" de su enfermedad a pesar de su dictamen científico, le repito, ¿qué se dice a usted mismo cuando le responde a su hijo si morirá o no? ¿es racional, es científico y es responsable su actuar? Debiera creer el científico de la verdad que decirle a su hijo que "si, es probable que mueras y que mañana sea tu último día conmigo" es lo mejor que puede hacer consigo mismo y para la vida de su hijo, o el científico debe desfallecer ante la interrogación.
Yo me pregunto si el científico es sincero consigo mismo cuando se dice a sí que la experimentación aún está por desarrollarse para comprobar su teoría. ¿Podemos ser más subjetivos que los científicos?
Yo creo que sí, experimentando con la propia vida. No les digo, "ey! vayan a drogarse", les grito, "ey! vayan a vivir!" Pero nadie me escucha porque no soy científico y aún así le hablo a mi hijo sobre la esperanza de vida.
¿Qué tiene que decirle el científico manipulador del genoma a su hijo enfermo? "Perdóname por no descubrir la verdad antes de tu nacimiento." Quizá, sin embargo, me parece patética la situación del científico de hoy en día. Parece que no saben vivir y desde su no-vida, practican la enseñanza y luego la vida misma, que es-ninguna.
Todos cobran su bonanza pero la humanidad paga el precio.