agosto 12, 2009

Lets go Chopin!






Lujuria por el comercio, codicia de romances interrumpidos, diamantes de seda baratos, cáncer de piel: ofertas en los bronceados maquínicos. Mi paladar es espuma de caviar, champagne de margaritas. Ayer me ofrecieron mi primer papel protagónico. Interpretaré a un transexual que vende su carne y heroina por el bien de sus hijos. El orgullo me ha derrumbado... una cerveza. «¡Mesera!» Ni me miraba. «¡Mesera!» Me miró. Sus ojos ardían lujuria, ácido estamínico, perversión disidente: canalizada en su placer. «¡Mesera!» Su atención hacia mi se deslizo a través de mi piel, me hizo sentir desnudo. «How can i help you.» Sin preguntar, dispuesta. «Esfúmate, no buscaba tu atención.» Salí del bar meditabundo, nauseabundo, vagabundo. Perdí la noción del tiempo, simplemente, me perdí. El espacio abrió un hoyo entre las nubes, un rayo partió la calle. Comencé a correr. «Are you alright sir?» Escuché. «Sir!» Volví a escuchar. «I'm the waitress.» Descubrí que estaba enamorado, otra vez. «May i call a doctor?»
No comprendía, estiré mi brazo. En mi mano, sobre un dedo, las llaves de un auto de no sé que color, se columpiaban. Tu hablas tanto español como yo, perra. Pensé. «Please, help me.» Amen, i'm in. Los paramédicos arribaron, obesos. Ella desapareció. Lloré. Lágrimas avispas rebanaron la carne de mis mejillas, los aguijones punzaban, el reloj pulsaba, el candado de la casa estaba cerrado. Busqué las llaves entre las comisuras de mi escroto, dentro de mi maravilloso envoltorio negro Calvin Klein de algodón 100% puro. Había perdido las llaves. Flashback: me perdería el trasero de Ana Paquin en el nuevo episodio de True Blood. Me sentía Vincent Chase, estúpido pero perfecto. DVD. HBO. TiVo. Dr. Dre. Ayer ya me había pasado. El aire era húmedo. Yo recuerdo. Sentía el corazón en la sien. Mi hermano cumplía años mañana. Mi hermano es gay. Happy fuckday! Le desee Yesterday, cuando all my problems seems to far away. Lo asesinaron. Yo soy actor, en Holly Wood, o más bien con. Perra. «Jackson died!» Le grité a mi doberman... «You are the world.» Lloré. Le grité al espejo, ya roto. Lloré otra vez. Seguí llorando. Xanax. Tengo un helicóptero esperándome cerca de mi alberca. Valium. Seré una superestrella. Cocaine. No entiendo aún porque ella me abandonó. Pornografía.

Perra.

Estoy enamorado.

4 souvenirs:

Jan dijo...

ya te jodiste.

R dijo...

ya estaba jodido.

Félix Olvido dijo...

Super! Estoy descubriendo tu blog y me está preocupando la poca profundidad del mío. Bueno si podés pasa por allí... Cuando sepa cómo ponerte entre mis blogs favoritos lo hago.
Desde Córdoba, Argentina.
www.felipehydra.blogspot.com

claudia dijo...

yo digo que ya debe de andar uste por estos rumbos y yo tambien. cuantos tragos se necesitan para llegar al fondo de esta botella? tenemos una cita pendiente.